El Síndrome del Túnel del Carpo (STC) es la neuropatía periférica más prevalente a nivel mundial. ¿Y qué es eso de neuropatía periférica? Es una lesión en un nervio que genera una sintomatología especial. En este caso se trata de una neuropatía en el nervio mediano, uno de los nervios que nacen en las cervicales y acaba en los dedos de la mano, aportando sensibilidad y fuerza a los músculos que inerva.
Entre la sintomatología especial que mencionaba previamente se encuentra el dolor tipo calambre o descarga eléctrica, hormigueos o parestesias dolorosas, sensación de pesadez en la mano, falta de fuerza o pérdida de coordinación en muñeca y mano.
El nervio mediano aporta sensibilidad a la cara anterior de la muñeca y a la mano, sobre todo a la zona palmar de pulgar, índice y mitad de anular. Y es ahí donde el paciente suele sentir ese hormigueo. Además controla la contracción de la musculatura que flexiona la muñeca y los dedos.
La zona conflictiva transcurre en el denominado túnel del carpo. El espacio entre los huesos de la muñeca y un "techo" llamado el retináculo flexor o ligamento transverso del carpo. Por ese túnel pasan varios tendones de musculatura del antebrazo que van a acabar a los dedos y el nervio mediano. Y es en esta zona donde más suele doler.
Tradicionalmente hemos pensado que el dolor se producía al haber una compresión de ese espacio, pero también hemos encontrado a personas con STC que no tenían ningún tipo de compresión sobre el nervio. Entonces, la hipótesis de la compresión no se descarta, pero también se plantea que el causante del dolor puede ser una hipersensibilidad del nervio. Ocurre algo parecido con las hernias, hay personas asintomáticos que tienen hernias de gran tamaño y pacientes sintomáticos que tienen una ligera protusión.
Puede ser originado por hacer movimientos repetitivos de la mano y muñeca o al usar herramientas vibratorias (propias sector de la construcción). Y muchas veces es idiopático, esto significa que no hay una causa clara que explique los síntomas. Los factores de riesgo de desarrollar STC son: sexo femenino, diabetes, hipotiroidismo, obesidad y el embarazo.
Por lo general el diagnóstico es clínico, es decir, no es necesario emplear pruebas de imagen para saber que tienes un STC. Podemos solicitar pruebas de imagen (radiografía o resonancia) o incluso una electromiografía si sospechamos que pueda haber una compresión importante por un tumor, un quiste o que estamos ante un daño importante del nervio.
Y puede que nos planteemos la siguiente pregunta: ¿Me voy a tener que operar? Lo más probable es que no haga falta. El manejo en un primer momento debe ser conservador con fisioterapia. ¿En qué casos sería adecuada la operación? En caso de que esa compresión la esté generando un cuerpo extraño, que haya mucha atrofia o el tratamiento conservador sea inefectivo (pero rara vez ocurre esto). Si no estamos en estos casos la operación no la planteamos como una opción. De hecho, estudios han comprobado que a los 12 meses los resultados entre la cirugía y la fisioterapia son muy similares, apostando por la fisioterapia al tener menos riesgos.
El tratamiento conservador con fisioterapia tiene dos objetivos: disminuir el dolor y mejorar la función. Utilizaremos técnicas como la terapia manual, electroterapia, neurodinamia (deslizamiento del nervio) y ejercicios. Conseguiremos disminuir el dolor y el hormigueo y sobre todo con ejercicio volveremos a recuperar la coordinación y la fuerza en la mano.
El dolor neuropático (en nervios) tiene una característica y es que se acentúa por las noches. Y más aun cuando dormimos, ya que relajamos las manos y por lo general las llevamos a una posición de flexión cerrando ese túnel y comprimiendo más el nervio. Algo habitual que nos soléis decir cuando os tratamos en la clínica es que os despertáis por las noches con la mano dormida y dolorida. Para ello podemos emplear una ortesis que fija la muñeca en posición neutra impidiendo que vaya a flexión. Puede ser de ayuda para conciliar el sueño, pero su uso es exclusivo para la noche, no debemos usarla en el resto del día.
Si tienes STC o tienes sospecha de que lo tienes, no dudes en ponerte en contacto con la Clínica. Podemos ayudarte a conseguir la mejor versión de ti mismo.
Muchas gracias por leer el blog. ¡Nos vemos en el próximo!
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