En España se realizan 138,6 operaciones de reemplazo de rodilla por cada 100.000 habitantes (según datos de 2020). La estimación anual de prótesis de rodilla es de 25.000, siendo la artrosis la causa principal de la operación.
Hay varios tipos de prótesis de rodilla. Existen las prótesis unicompartimentales, que son las que se sitúan en uno de los lados de la rodilla, o sólo en el fémur o sólo en la tibia. Estas prótesis también se denominan parciales.
Y por otro lado tenemos las prótesis totales, donde se recambia la articulación al completo.
¿Cuándo se debe realizar una cirugía de prótesis de rodilla? Por lo general el tratamiento conservador con un fisioterapeuta debe ser la primera opción ante un problema de rodilla que cursa con dolor y discapacidad, siendo artrosis u otra patología. No todas las artrosis de rodilla acaban en prótesis, por fortuna. Con ejercicio, terapia manual y educación suele ser suficiente para disminuir el dolor y mejorar la función (andar, subir y bajar escaleras, poder desempeñarnos en el trabajo...) La prótesis de rodilla pasa a ser indicación en casos donde el dolor es demasiado intenso, no permite tener funcionalidad y disminuye mucho la calidad de vida, una vez se haya intentado un tratamiento conservador.
Ahora los tiempos de estancia en el hospital se han reducido mucho. Lo normal suele ser andar a las horas de salir de quirófano y el alta se da al día o en una semana (depende de la colocación de drenajes, inflamación y otras situaciones médicas). Después es necesario un proceso de rehabilitación. Ahí es donde actuamos nosotros.
La rehabilitación va a seguir varias fases de acorde a la situación de la rodilla.
En un primer momento nos vamos a encontrar con una rodilla bastante inflamada, con hematomas (que por la gravedad pueden descender por la pierna hasta el pie) y con puntos en una cicatriz que todavía tiene que cerrar. En esta primera fase tendremos que ir dando movilidad a la rodilla poco a poco con terapia manual y algunos ejercicios, siempre respetando el dolor. En esta fase es normal encontrarse con miedo a la hora de mover la rodilla. También podemos seguir estrategias terapéuticas con el objetivo de disminuir el miedo al movimiento.
Día tras día la inflamación y el dolor irán bajando y eso permitirá poder mover más la rodilla. En esta siguiente fase también haremos trabajo en camilla, pero aumentaremos el número de ejercicios activos, es decir, que realizáis vosotros mismos. Además, introduciremos ejercicios de fuerza para prevenir la atrofia de tantos días sin mover la rodilla.
Y en una última fase, la mayor parte del tratamiento va a ser ejercicios activos para recuperar la movilidad y la funcionalidad completa. Centrados en que el paciente pueda llevar a cabo sus tareas de la vida diaria (andar, sentar y levantarse, subir y bajar escaleras, saltar...) o incluso actividades deportivas si es un paciente joven.
También debemos mencionar que se han encontrado mejores resultados en el post-operatorio (menor dolor, menor consumo de fármacos, menor estancia hospitalaria...) al realizar una prehabilitación. Consiste en realizar una fase de trabajo previo a la operación para llegar en la mejor forma posible.
El postoperatorio de una prótesis de rodilla es un periodo de tiempo que puede resultar bastante frustrante si no tenemos un control adecuado de las expectativas. Muchas personas que se ven sometidas a esta intervención tienen la expectativa de recuperación en una semana y eso la mayoría de las veces no es así. Es necesario tener paciencia en un periodo de rehabilitación en el que se irá mejorando paulatinamente y donde la motivación y la constancia con los ejercicios cobra especial relevancia para llevar el proceso de la mejor manera posible.
Si estás leyendo este blog y has sido intervenido/a de una prótesis de rodilla y quieres recuperarte recibiendo una rehabilitación centrada en ti para volver a una vida sin dolor, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
¡Gracias por leernos, nos vemos en el siguiente blog!
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